dimecres, 4 d’abril del 2012

La llegada de un nuevo miembro

Hacía un par de meses que Brandon había llegado a casa, cuando mi madre y una de mis hermanas subieron una mañana a la protectora para llevar mantas y estufas ya que se acercaba el invierno. Fue entonces cuando mi madre conoció a Milly. Era una pequeña perrita blanca, anciana y miedosa que hacía poco había sido recogida de una zona montañosa de Valencia junto a otra perrita. Ese mismo día decidió adoptarla y traerla a casa. 


El hecho de que decidiera adoptarla sin consultar con el resto de miembros de la familia resulto ser fuente de algunas disputas, ya que en esa época Brandon aún estaba adaptándose a su nueva vida en casa y era un poco difícil ya que estaba un poco "asilvestrado" y no sabíamos como podría resultar la entrada de un nuevo miembro. 
Hay que decir que Brandon empezó a morder algunos muebles y a comerse literalmente una pared, por lo que consultando algunos libros sobre adiestramiento canino y preguntando a conocidos con experiencia sobre perros empezamos a enseñarle unas pautas de comportamiento. Empezamos por lo más básico, como si se tratase de un juego, enseñarle cosas básicas como sentarse o dar la pata a cambio de una recompensa. El resultado fue que él se lo pasaba bien, aprendía y como le motivábamos estaba contento. 



Para que dejara de morder muebles y paredes nos hicimos con un Kong (juguete para perros que se rellena de comida seca y de lata para mantenerlos distraídos un rato) 


La variante más económica para esto no es otra cosa que, comprar en la carnicería un hueso de rodilla de ternera (el hueso de ternera no se astilla como los de conejo o pollo)  hervirlo y dárselo para que lo muerda.
El hueso quizás es lo que mejor le ha ido a Brandon ya que aprendió a sacar muy rápidamente la comida de dentro del Kong y en cambio el hueso tarda mucho en acabárselo. 
Se lo damos si vamos a salir de casa un rato y se va a quedar solo, si estamos en casa solamente para que juegue por la tarde un rato, luego se lo retiramos.




Brandon y Milly se conocieron y desde ese día se hicieron inseparables. Se complementan a la perfección ya que Milly es una hembra de avanzada edad y Brandon tenía entonces 10 meses, no dejaba de ser un cachorro, grandullón, pero un cachorro.
Quizás el único inconveniente ha sido el pasearlos juntos por la calle, Milly es muy miedosa y Brandon muy protector, así que a él hemos tenido que marcarle un poco más por la calle porque no dejaba que ningún perro se acercase a ella, en otra entrada explicaremos como ;)

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada